1.03.2011

¿por qué no me invitas a ver la lluvia de estrellas a tu casa?
nos fumamos un gallo y después fornicamos hasta quedarnos dormidos, con tu aliento en mi espalda y las sábanas de tu cama hechas un lío

quiero descubrir cada uno de los lunares que tapizan tu piel, por que tus manos en mi cuerpo se sienten tan bien, por que tus besos someten mis suspiros y tus falsas palabras ahogan lágrimas a gritos

¿cuántas veces tengo que mentarte la madre?
-y bien sabes para que-

para que deje de doler
para volverte a creer.

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